Hay muchos modelos de prismáticos pero no todos sirven para observar el cielo. Vamos a analizar algunas características básicas de estos instrumentos, que nos van a servir para elegir adecuadamente:

CONFIGURACIÓN ÓPTICA:

Los tipo porro son más voluminosos; el objetivo y el ocular no forman una línea recta, más bien una forma de "Z". Un ejemplo de este tipo de prismáticos es el que yo utilizo:

Nikon Aculon A211 12X50

Los tipo techo son más compactos, el objetivo y el ocular forman una línea recta. Pesan menos, pero son más caros y normalmente son peores para la observación astronómica ya que suelen ofrecer imágenes más oscuras. Los hay que corrigen ese defecto de pérdida de luz, pero son tan caros respecto a unos tipo porro de prestaciones similares, que creo que no merecen la pena.

CALIDAD DE LOS PRISMAS:

Los tenemos BAK-4 (de bario) o BK7 (de borosilicato). El cristal BAK-4 es mucho mejor que el BK-7. Tiene menor pérdida de luminosidad y mayor calidad de imagen.

Se diferencian observando los oculares a una distancia de unos veinte centímetros, y dirigiendo los objetivos a un fondo claro. La luz que sale de los prismáticos que usan vidrio BAK-4 tendrá una forma totalmente redonda, pero la luz de los que usan vidrio BK-7 aparecerá en forma cuadrada o de rombo.
Pupila de salida redonda
Haz de luz redondo. Propio de los cristales BAK-4

El BAK-4 es más caro pero en este aspecto el gasto adicional merece la pena.

TRATAMIENTO DE LAS LENTES:

Hay cuatro niveles de tratamiento de las lentes con un material antireflectante denominado fluoruro de magnesio, y que disminuye la pérdida de luz:

  • Coated o revestidos.
  • Fully coated o totalmente revestidos.
  • Multicoated o multirevestidos.
  • Fully multicoated o totalmente multirevestidos.

En observaciones diurnas no se nota tanto pero por la noche, observando estrellas que deben aparecer lo más puntuales posibles y sin reflejos, es importante que las lentes sean al menos multicoated.

NIVEL DE AUMENTOS: 

Es un factor que junto con el peso va a influir mucho en la manejabilidad. A más de diez aumentos ya nos va a hacer falta un trípode.

Por otro lado, a mayor nivel de aumentos tendremos un campo de visión más pequeño y será más difícil la localización de cualquier objeto. Trabajando a más de 20x ya se echa de menos un buscador.

ABERTURA: 

Se mide en milímetros y normalmente lo tenemos inscrito en los binoculares junto con la magnificación. Por ejemplo 10x50 significa 10 aumentos y 50 milímetros de abertura. A partir de 60 milímetros de apertura ya son demasiado pesados su uso prolongado sin trípode.

PUPILA DE SALIDA: 

Es el diámetro del haz de luz que sale del ocular. Se mide en milímetros. El resultado de dividir la apertura en milímetros por los aumentos. Por ejemplo, unos 10x50 tienen una pupila de salida de 5.

Una persona joven puede dilatar la pupila un máximo de 7 milímetros. Sin embargo, la pupila no se dilata totalmente en cielos con contaminación lumínica, y en personas de edad más avanzada la pupila no llega a dilatarse tanto. 

En cielos urbanos o semiurbanos será preferible una pupila de salida menor, ya que de esta forma la imagen se oscurece un poco mejorando el contraste de los objetos sobre el cielo.

Una pupila de salida de 5 mm se puede considerar buena opción para todo tipo de cielos.

FACTOR TWILIGHT:

Es el resultado de multiplicar los aumentos por el diámetro, en milímetros. Mientras mayor sea, mayor será la capacidad del instrumento para captar objetos débiles. De esta forma vemos que binoculares de igual apertura pero de mayor magnificación, captarían objetos más débiles. Esto se debe al oscurecimiento del cielo y que provoca un mayor contraste respecto al fondo.

EYE RELIEF:

Distancia máxima entre el ojo y el ocular, a la cual se puede ver el campo completo. Mientras mayor sea esa distancia, más cómoda será la observación. Si la distancia es demasiado corta, tendremos que pegar los ojos al ocular, manchándolo con las pestañas y provocando fatiga.

Este factor es especialmente importante para los que tienen astigmatismo porque se ven obligados a observar con gafas. Para estas personas un eye relief inferior a 15 resulta incómodo.

CONCLUSIÓN.

En general para una persona que empieza a observar el cielo se suelen recomendar unos 7x50 o unos 10x50. En mi opinión los mejores para usar sin trípode son los 10x50. Caben en la guantera del coche y no llegan ni al kilo de peso.

Si no te importa utilizar el trípode, quieres hacer observaciones más serias y tienes algo de experiencia, sin duda recomiendo unos 20x80. Yo los he usado durante mucho tiempo y son absolutamente espectaculares. Eso sí, son bastante más caros, no sólo por el propio binocular, sino también por el trípode. Este tipo de instrumentos pesan más de dos kilos y necesitan un buen trípode que por supuesto tendrá un mayor precio.

Es tu decisión, espero haberte ayudado.

Conceptos básicos sobre prismáticos

27 de abril de 2017

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